Raúl Hernández Moreno
Tuvimos un fin de locura.
El sábado, llegar a la Feria fue una odisea. El acceso por el parque Viveros, llegaba hasta unos 400 metros antes de iniciar la curva por el bulevar Colosio. Por la Ruiz Cortines, llegaba hasta unos 300 metros adentro de la Paseo Colón. Total que no hubo otra que dejar el carro como a un kilómetro y medio de la puerta principal y caminar. Hasta comprar boleto requirió de otros minutos de espera.
Y es que además de que todo mundo iba a la Feria, en el parque Viveros, un espectáculo de luces en el zoológico atrajo a varias decenas de miles de espectadores. En conjunto, entre la Feria y el zoológico debió haber más de 100 mil visitantes. La gente quería divertirse y no les importó tener que hacer fila en el coche, o caminar varios cientos de metros para llegar al destino escogido.
Y si el sábado fue la locura, el domingo, fue el desquiciamiento, con el mega-apagón que afectó varios Estados. El regreso de la energía llevó varias horas. En el caso de este servidor, casi siete horas.
No tener energía durante casi siete horas, representó no tener acceso prácticamente a nada. Cerraron restaurantes, supermercados, toda clase de negocios, se dejo de vender gasolina, se dejo de surtir agua en las casas, comercios e industrias, no funcionaron los semáforos, no hubo televisión abierta ni de paga. Hubo vehículos atrapados en la cochera, a falta de electricidad para abrir el portón. El colmo para muchos: se fue el internet. El desquiciamiento total.
Mientras hubo luz natural, pudimos leer, pero después la distracción fue platicar.
Estar en casa, sin energía, con una temperatura de 34 grados que después fue bajando, sin internet, sin televisión, sin agua, sin cable, fue una mala experiencia.
Como si lo del fin de semana fuese cualquier cosa, este lunes, tuvimos cita en el Sentri, nos atendieron prontamente solo para que al final nos encontrásemos con que hubo amenaza de bomba en el puente 2 y se cerró a la circulación durante 50 minutos, tiempo en que nos se nos dejo salir de las oficinas de Migración. Ya ni modo.
En otro tema, el PRI se puso las pilas. Sergio Guajardo Maldonado dio a conocer 33 nombramientos, cuyos titulares representan a 13 municipios.
De los designados, el 64 por ciento son hombres y el 36 restante, mujeres. Además, el 24 por ciento son jóvenes.
Sin embargo, el priísmo de Victoria sigue sobre-representado. Y es que de los 33, 12 son de Victoria, 4 de Tampico, 4 de Reynosa, 2 de Matamoros, 2 de Río Bravo, 2 de San Fernando y 1 de Nuevo Laredo, Aldama, Altamira, Madero, Mante, Valle Hermoso y Villagrán.
La ex alcaldesa Mónica García Velázquez quedó en la secretaría de asuntos migratorios.
No solo hubo nombramientos, el PRI también activo una campaña de recolección de ayuda para los damnificados de Chiapas y Oaxaca, que se realiza en los 43 comités municipales. Hay que apoyar a estos paisanos, con lo que se pueda. Toda ayuda es buena.