Raúl Hernández Moreno
Ex diputado local en dos ocasiones, ex presidente del PRI, ex delegado de Profeco, delegado del PRI en varios municipios, Felipe Garza Narváez renunciará formalmente a su partido, mañana miércoles, después de más de 30 años de militancia.
No se va a ningún otro partido, según ha adelantado, pero se retira del PRI molesto por la inmovilidad en que encuentra, a casi un año de haber perdido la gubernatura.
En toda una vida de militancia, a Felipe Garza jamás se le dio la oportunidad de ser alcalde de Victoria.
El año pasado dejo la delegación estatal de Profeco para integrarse a la campaña de Baltasar Hinojosa. Con él convivimos un reducido grupo de periodistas, en el restaurante de un hotel del sur de la ciudad
Fue, como siempre, atento, franco, amable, respetuoso, con la mejor disposición de escuchar.
Es difícil determinar qué tanto impactara su salida al PRI, a fin de cuentas no encabeza un grupo masivo. Es un tipazo, eso sí, pero es probable que pocos lo sigan en esta decisión de abandonar al PRI.
Seguramente lo van a buscar algunos partidos para invitarlo a que se integre a ellos, como Morena, el MC, el PRD, prácticamente casi todos, excepto el PAN.
Es una lástima que deje al PRI, porque Garza Narváez es de lo más rescatable y es de los elementos que le daban un plus al partido.
Y mientras Garza Narváez se va del PRI y otros priistas como Juan Alonso Camarillo y Mauricio Cerda Galán, insisten en la democratización del PRI, y otros como Humberto Valdez Richaud, Enrique Cárdenas o Alejandro Guevara Cobos exigen la renovación de la dirigencia estatal, allá en México, en el Comité Ejecutivo Nacional, el priismo tamaulipeco no les es prioritario.
Han pasado 11 meses de la derrota y para la cúpula priista es como si nada hubiera ocurrido.
En otro tema, tuvieron que pasar casi siete meses para que por fin Enrique Garza Flores recibiera su nombramiento como Comisario en la Universidad Tecnológica, es decir, será una especie de contralor y no deja de ser curioso que uno de los primeros cargos públicos que Enrique tuvo fue el de Contralor en la administración municipal 1984-1986, que encabezó Ricardo de Hoyos.
Enrique empezó como Secretario Particular y después se le nombró Contralor, a los 22 años de edad. Regresa, pues, a sus orígenes.
Mientras tanto, Francisco Chavira Martínez presentó a ante la Procuraduría de Justicia del Estado, una denuncia formal en contra del ex gobernador Egidio Torre Cantú, por los delitos de ejercicio indebido de servicio público, uso indebido de atribuciones y facultades, asociación delictuosa, abuso de autoridad, ejercicio abusivo de funciones, tráfico de influencia, cohecho, peculado, delitos cometidos por los servidores o lo que resulte.
La denuncia la presentó a título personal y señala que Egidio protegió a Tomás Yarrington y a Eugenio Hernández, al asignarles guaruras, a pesar de ser conocido que la DEA los buscaba.