
Raúl Hernández Moreno
Guillermo Batres siempre se distinguió por ser respetuoso y caballeroso. Era hiperactivo, platicador, solidario. Entre otras cualidades vestía con pulcritud y procuraba traer boleados sus zapatos.
He aquí una anécdota con la cual lo recordamos: Cierto día fue convocado a la oficina de la señora Ninfa Deándar para tomarle unas fotografías a Carlos Cantú Rosas. Al terminar la sesión, Cantú Rosas vio los zapatos recién boleados de Batres y le comentó:
–Por lo visto no eres de los que se ensucian los zapatos en las colonias populares.
Batres le enseñó la suela de unos de sus zapatos, con un enorme hoyo, al tiempo que le decía: “Al contario, mire, lo que pasa es que ser humilde no debe ser sinónimo de descuidado”.
Cantú Rosas se hizo chiquito en su asiento. Se puso rojo y no atinó a decir nada. Comprendió que se había excedido en su comentario.
Pues bien, la magia de la tecnología, permitió que minutos después del deceso de Batres, ocurrido la tarde del sábado 4, la familia periodística se enterara de tan infausta noticia. Como es natural, a través de los chats, abundaron las voces de solidaridad con la familia del fallecido. Así somos los mexicanos: con la muerte de alguien, se abre un compás de espera, en el que por respeto se borran los defectos del occiso.
Los que conocimos a Batres, nos quedamos con un recuerdo y una opinión sobre su persona. Desde aquí deseamos que su familia encuentre pronta resignación.
En otro tema, con la llegada de Claudia Ruiz Massieu a la secretaria general del CEN del PRI, hay quienes le buscan tres pies al gato, para afirmar que la señora Ruiz se va a oponer a la llegada de Manuel Muñoz Cano a la dirigencia estatal del PRI, por ser hijo de Manuel Muñoz Rocha, el diputado tamaulipeco inmiscuido en el asesinato de su padre, José Francisco Ruiz Massieu, ocurrido en septiembre de 1994.
Es un análisis muy flojo, si partimos del antecedente de que en ese crimen se inmiscuyó a Raúl Salinas de Gortari, y por ende a su hermano Carlos Salinas, a la sazón Presidente de México. A ello hay que agregar que Claudia Ruiz llegó primero a la Secretaría de Relaciones Exteriores y después a la Secretaría General del PRI, por recomendación de su tío Carlos Salinas. Es decir, ¿le perdona a su tío, y a un sistema corrupto, que le hayan matado a su padre, pero en cambio actúa como animal rabioso, contra el hijo de uno de los presuntos asesinos de su padre, que además pago con su vida su involucramiento?
En todo caso, poca vergüenza muestra Claudia Ruiz Massieu al formar parte de un sistema decadente que le arrebató a su padre. ¿Será la cochina ambición?
Si Manuel Muñoz Cano no llega al PRI, será por otras razones, de la misma manera que Claudia Ruiz llegó al PRI, de lo cual se hablaba ya cuando todavía era Secretaria de Relaciones Exteriores. Llega por recomendaciones, no por méritos partidistas. Ningún priista la puede ver como salvadora del partido. Eso sí otra cosa es el tío. Ese sí sigue siendo como el América, se le odia o se le quiere.