Por Juan R. de la Sota
Las intenciones de las autoridades de salud, son buenas, los planes, los proyectos y el empeño para resolver las cosas en esta materia se actualizan día con día, para resolver las necesidades de los tamaulipecos; hay quién llegó con toda la intención de servir, lamentablemente, existen personas que llegaron con el firme propósito de servirse del cargo que ahora ostentan.
No lo digo yo, hay quien afirma que desde su llegada a la jurisdicción sanitaria número uno, Corazón de Jesús Chávez de León, asumió un papel que no le corresponde, tomó decisiones y ordenó que se le diera un informe pormenorizado de los recursos económicos que ahí se ejercen.
Los recursos materiales y hasta los vales de gasolina, no debían ser distribuidos sin su consentimiento, lo que paralizó varias áreas de trabajo que requieren de la actividad diaria para resolver las necesidades y la actividad sanitaria en la capital y en los centros de salud de varios Municipios que a esta jurisdicción corresponden.
Las ideas de quien se nombró el asesor general han causado serios problemas a los responsables de estas oficinas de salud, sobre todo con el personal sindicalizado que desempeñan diferentes actividades en los programas de salud y en los mismos centros comunitarios.
“Tú no te preocupes, ahora que llegamos nos va ir bien, soy el asesor principal del jefe de jurisdicción y él hace lo que yo le digo” comentaba a una persona de sus más enteras confianzas y que ahora pasea por toda las oficinas jurisdiccionales, como si fuera la máxima autoridad.
Bien haría el médico en mención, en retirarse y no hacer daño a quien le dio una oportunidad de trabajo, a quien creyó en él y en los 12 años de carrera de medicina que hizo en el campo clínico, no una especialidad, ¡no!, más bien hizo dos veces la carrera en mención para poder sacar el título.
De los centros de salud de Flechadores, Ignacio Allende y Enramadas, tienen muy malos recuerdos de él, sus constantes faltas a sus centros de trabajo y hasta el llenado indiscriminado de cédulas para poder acreditar los planes de trabajo y cumplir con los indicadores de productividad en los centros de salud bajo su responsabilidad, eran su constante.
Ojalá que la indisciplina y la irresponsabilidad del súper asesor termine pronto y sus superiores tomen distancia de su actuar y decir antes de que los buenos propósitos y las ganas de cumplir a cabalidad y entrega en esta área de la medicina se vea afectada por quien solo sabe hacer honor a la cantada, la bohemia y a las irregularidades.
Hablando de salud, bien hace Xicoténcatl González Uresti, en la aplicación de una auditoria a los recursos económicos ejercidos en el Hospital General de esta ciudad, la revisión de la plantilla de trabajadores y la verificación de actividades de jefes y coordinadores de área de esa unidad hospitalaria.
Hay quien habla de contratos a empresas médicas de la localidad para contratar servicios de estudios o análisis clínicos, para beneficiar a amigos del anterior director y una lista de proveedores consentidos de la ex administradora Rosalinda Salinas, quien hizo en contubernio con algunas administradoras del tercer piso de ese hospital, una empresa particular.
Xico lo sabe, por ello en estos dos meses que tiene para practicar esta auditoría deberá de comprobar que todo esté bien y en su caso de encontrar irregularidades denunciarlas, hay quien señala que existe equipo médico que fue enviado de ahí a un centro hospitalario a prestar un servicio privado.
Por lo pronto en la revisión que se aplicó a la plantilla laboral, se estableció que hay personas que no acuden a trabajar y en estos casos ya se hicieron las actuaciones jurídicas correspondientes, para saber de quién se trata y sobre todo saber si están en otras áreas en calidad de comisionados.
Tan emocionado y contento anda Xico, con su nueva chamba que hasta música hizo escuchar a los pacientes en las salas de espera de esa unidad médica, lo bueno es que les hace olvidar su malestar los enfermos, lo malo es que los pacientes quieren atención médica y medicinas, no que le canten a su dolor.