Raúl Hernández Moreno
Ni traidor ni desleal al PRI, declaró Felipe Garza Narváez al oficializar su renuncia a 45 años de militancia.
Además, dijo que “no abandoné al PRI, el PRI nos abandonó a nosotros” y señaló su molestia de que a 11 meses de haberse perdido la gubernatura a los priistas nos les ha convocado para ofrecerles una explicación y decirles que se está haciendo.
Y mientras Garza Narváez atendía a los periodistas, en el estacionamiento le dejaron una corona floral con las leyendas: “Gracias Felipe. Atentamente priistas de corazón”.
Hace algunas semanas, el 14 de marzo, cuando la presidenta estatal del PRI, Aída Zulema Flores visitó Nuevo Laredo y se reunió con la clase política, los sectores, la estructura territorial, en todas las reuniones el reclamo generalizado fue : ¿Por qué hasta ahora?
La dama no atinó a dar una explicación congruente, se deshizo en argumentos que a nadie convencieron.
Y es que a 11 meses de la derrota, no se ha convocado al Consejo Político Estatal del PRI para que ahí, los priistas, juntos, tomen las decisiones que permitan recomponer a su partido. No se ve interés en la dirigencia nacional en actuar en el caso Tamaulipas y por lo visto los priistas tamaulipecos carecen de valor para exigirle al CEN y al propio CDE que se actúe ya, que se remuevan las dirigencias y que se establezca una ruta de trabajo de aquí al 2018.
En el PRI todo mundo habla de cambios, pero todos esperan que estos cambios los decidan otros. Aquí mismo en Nuevo Laredo, todo mundo quiere cambios, pero se descalifica a los que han alzado la mano pidiendo una oportunidad para dirigir al PRI. Todos quieren cambios, pero a nadie se le ve capacidad de abanderar esos cambios.
Todos están conscientes de que para poner a trabajar al PRI se requieren recursos económicos, pero nadie plantea una estrategia que permita reunir los fondos para aceitar la maquinaria. El financiamiento público que se recibe vía IETAM e INE, es insuficiente, como insuficiente lo es para el resto de los partidos y sin embargo, cada uno trabaja en base a sus propias estrategias. Decir que no se tiene dinero y por eso se hace lo que se puede, es un mero pretexto para justificar la falta de trabajo.
En otro tema, la incursión del FBI en las oficinas del gobierno de la ciudad y el Condado de Webb, fue toda una sorpresa y más la investigación en contra de personajes como el Regente Jesús Olivares, el regidor Jaime Canales, la comisionada Wawi Tijerina, entre otros, acusados de fraude.
¿Cuándo veremos algo similar aquí en Nuevo Laredo? Nunca.
Esto apenas empieza, pero la intervención del FBI y la investigación de estos personajes, son una señal de que hay pruebas que los incriminan. No es un caso para que a los pocos días los dejen libres, con un “usted disculpe”. Claro que no, se investigó a fondo y se reunieron evidencias. Que los detenidos se digan inocentes es lo natural. Las cárceles están llenas de inocentes, reales y de palabra.