Raúl Hernández Moreno
En su Primer Informe de Gobierno, el alcalde Enrique Rivas Cuéllar se mostró plural y abierto a la sociedad.
Un rasgo distintivo, fue haber ubicado en las butacas centrales de la parte baja del Teatro de la Ciudad a líderes sociales, en tanto que a los invitados especiales, se les sentó en las sillas laterales.
Además, a diferencia de su antecesor, que siempre gobernó para el PAN y sus amigos, Rivas fue más plural al correr invitación a personajes de otras corrientes políticas, como los ex alcaldes Horacio Garza y José Manuel Suárez López, además del presidente del PRI, Viviano Vázquez Macías.
Pero además, lo impensable en el trienio anterior, ocurrió en este: al informe asistió Héctor Canales González, el rival de Rivas en las elecciones del 2016. Canales represento a Sergio Guajardo Maldonado, recién electo presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Hace cuatro años, al informe no se tuvo la cortesía de invitar al Mayor de Laredo, Raúl Salinas, hoy, en cambio, si se invitó a Pete Sáenz, quien llegó barriéndose, pero llego.
En el Informe, Rivas dio cifras y más cifras, sobre lo hecho y remató con una frase frontal para sus más acérrimos adversarios: “Ahí están los resultados. No los ven quienes no quieren verlos”.
Es cierto, ahí están las obras, los programas y las acciones, ejecutadas de octubre del 2016 a la fecha. Quien no las crea, que las visite, que las revise, que las analice, que las audite, que decida si son útiles. Todos tenemos derecho a opinar.
Terminado el informe, a los reporteros se les invitó a una comida en el restaurante del Centro Cultural. En ese mismo lugar, un grupo de panistas y ciudadanos festejo a Francisco García Cabeza de Vaca, por su cumpleaños en septiembre de 2015, época en la que el canturosismo le hacía le feo. No lo toleraban, lo despreciaban, no lo querían ver, le negaban el saludo, hoy en cambio, cada vez que lo ven, se le quieren colgar del cuello. Cosas de la vida.
Una de las asistentes al Informe fue la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz a quien ahora sí pudo saludar Eliseo Raúl Huerta.
Hace cosa de dos años, cuando Maki Ortiz era senadora, vino a Nuevo Laredo a reunirse con el panismo, en el Centro Cívico. En la puerta, tal cual perro de casa, se colocó Roberto García Capistrán, entonces Director de Gobierno, quien no dejo entrar a Huerta y aunque este le dijo que era de los panistas con mayor antigüedad, el tipejo le dijo: “Pues no entra”. Y no lo dejo entrar. Así era la intolerancia en el gobierno de Carlos Cantúrosas que ni a sus propios correligionarios respetaba. Afortunadamente hoy hay mayor apertura, más tolerancia.
Maki Ortiz dijo no saber si buscará la reelección. Esa es una decisión del PAN y del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, que no le favorece a Maki, salvo que la candidata presidencial sea Margarita Zavala, lo que está en chino.
A Maki todo le ha salido mal: su pleito con el Gobernador, el estallido de la inseguridad, un cabildo en contra, un Congreso en contra. Si busca la reelección tendría muchos negativos.