Por José Dosal Hernández
La incorporación de la Guardia Nacional a los esquemas de la Secretaría de la Defensa Nacional no reducirá en mucho los enormes índices de inseguridad o criminalidad recurrentes en México.
De entrada, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, se contradice, porque en sus discursos de campaña siempre se opuso al militarismo, los soldados deben permanecer en los cuarteles, la seguridad es asunto de civiles (abril 2010).
Diputados, Senadores o líderes de opinión no le prestan mucha atención últimamente a las decisiones presidenciales; el inquilino de Palacio está dejando mucho que desear después de calificar el asunto del Tren Maya como tema de Seguridad Nacional.
Decían los abuelos “vale más haya un trastornado y no 2”.
Andrés Manuel López busca con esa decisión, varias opciones, destacando, no precisamente el combate a la delincuencia, busca, el ahorro de miles de millones de pesos en gastos policíacos.
Mantiene los reflectores del escándalo a su favor.
Obrador comete el mismo error que sus antecesores, ¡POLITIZA EL TEMA DE LA SEGURIDAD!, no fortalece las instituciones civiles, simplemente las censura de tajo sin llevar a cabo un estudio o análisis sobre aciertos y desaciertos.
Es el mismo problema, los mandatarios creen eliminar el tumor sin estudiar las causas, contrario a otros países donde instituciones como el DEA, FBI o Sclontand Yard, entre otras, aprenden de sus errores y mejoran sus servicios, pero en su mayoría aplican el sistema escalafonario en su organigrama, es decir, sus mandos pasan varios filtros de revisión para alcanzar un alto puesto.
En México se “mutila” toda la institución porque a criterio de un nuevo jefe todo está podrido, son mandos sementales.
AMLO siente un odio muy marcado contra Felipe Calderón Hinojosa o Genaro García Luna, sin embargo, no pudo superar El Mando Único y optó por sacarle la vuelta.
– El Mando Único, (A título personal) tuvo buenos inicios, sin embargo, fue contaminándose en una guerra callejera o urbana que no cambió, las matanzas duraron todo el sexenio, sin usar los Congresos para vía jueces endurecer los castigos).
Obrador no pudo “destrabar” ese sistema policíaco inventado por Calderón y fortalecido por Enrique Peña Nieto, le “saca la vuelta” crea la Guardia Nacional y se ahorra millones de pesos aplicándolos en programas generadores de votos.
Desmantela la Federal de Caminos, toma las Aduanas, y a los Estados no le invertirán más a las corporaciones locales, por eso está la Guardia Nacional.
López Obrador se resiste a realizar una revisión a su plan de Seguridad, opta por lo fácil, imponer su terquedad.