Rivas reitera respeto a los periodistas

Punto por punto / Raúl Hernández Moreno

El alcalde Enrique Rivas Cuéllar agasajó y festejó a la familia periodística, en su día, primero con un desayuno y después con la colocación de la primera piedra del monumento a los periodistas, que se instalará en la Plaza de la Libertad, en el cruce de las calles Colima y Gutiérrez, donde  durante varias décadas opero el penal de La Loma, hasta que  fue demolido mediante una implosión.

En mensajes que ofreció en ambos eventos,   Rivas reiteró su respeto a la libertad de expresión y su afecto a la profesión, pues su señor padre, Enrique Rivas Ornelas, se dedicó toda la vida, y se sigue dedicando, al periodismo.

El monumento  es un sueño largamente  acariciado por el gremio periodístico que por  fin empieza a cristalizarse y es el resultado de las gestiones de un comité organizador en el que participan las seis organizaciones de  periodistas que hay en Nuevo Laredo. A saber, la Asociación de Periodistas, la UPD, Mujeres en los medios de comunicación, Periodistas y Comunicadores, Acronde y Periodistas Veteranos.

En otro tema, hace 4 meses, el 7 de septiembre de 2016, Luis Videgaray  fue dado de baja como Secretario de Hacienda. Su delito fue haber organizado un encuentro entre Donald Trump y Enrique Peña Nieto. Ante las críticas que se dieron por el encuentro, Peña Nieto sacrifico a su amigo, aunque en la decisión peso el hecho de que los empresarios se venían quejando de los desplantes de Videgaray.

Hoy, Videgaray está de regreso en el gabinete presidencial, como Secretario de Relaciones Exteriores. Tal parece que Peña Nieto le apuesta a que Videgaray reconstruya las relaciones entre México y Estados Unidos. Tal parece que en el gobierno  creen que  con Videgaray, de la noche a la mañana Tump se olvidará de  sus promesas de construir un muro, de deportar a los migrantes con antecedentes penales, de eliminar al TLC. Se les olvida que en estas promesas creyeron más de 50 millones de  votantes y estos votantes esperan que cumpla.

Por otra parte, el Presidente Peña Nieto salió a  decir que no habrá marcha atrás en el gasolinazo. Que entiende el  malestar  ciudadano, pero el alza en los energéticos era necesario para igualarnos con los precios internacionales.

A su vez, Aristóteles Núñez, ex director del Sistema de Administración Tributaria, escribió un artículo donde abiertamente señala que al aumento era necesario porque el gobierno necesita dinero y que con el alza de dos pesos se  obtendrán 120 mil millones de pesos que se podrán  destinar a los programas sociales a favor de los  que menos tienen.

Advierte que el precio de la gasolina puede bajar, si se da cualquiera de los tres supuestos siguientes: que baje el precio del petróleo, que baje el valor del dólar o que el gobierno decida seguir subsidiando el  combustible.

Estamos fritos, pues. El país se incendia y Peña se mantiene insensible. Lo  cierto es que el  descontento social provocado por el alza en los energéticos sigue creciendo.