Por Miguel Emmanuel Iracheta Reyes
¿Acaso los ex gobernadores y funcionarios involucrados en actos de corrupción delataran a cómplices a cambio de reducir sus penas?
El lunes, el presidente Enrique Peña Nieto hablo sobre la captura de los dos ex gobernadores prófugos que fueron detenidos en el extranjero. El presidente se refería a Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz, acusado desvíos de presupuesto público, Enriquecimiento Ilícito, Peculado, y de Tomás Yarrington, de Tamaulipas, acusado de lavado de dinero y nexos con la delincuencia organizada.
Aunque hay pedidos de extradición, ambos están detenidos en el extranjero, el primero en Guatemala y el segundo en Italia, aunque es muy probable que Tomas Yarrington sea extraditado a EE.UU. Ahora bien, si Tomas decide hablar, destaparía la cloaca que dejaría al descubierto las imposiciones políticas donde muchos políticos como; funcionarios públicos, ex diputados y ex presidentes municipales fueron participes de Yarrington que de llegar a suelo norteamericano la presión para el grupo de Eugenio Hernández estaría más presente ante una posible persecución o extradición.
En el caso de los dos ex gobernadores, representan también un peligro para la clase política mexicana porque contra Yarrington existe una orden de aprehensión en EE.UU y Duarte tiene propiedades, supuestamente compradas con dinero ilegal, también en ese país, lo que significa que de ser verdad en algún momento pudiera ser reclamado.
El caso Duarte de más reciente época tendrá una difusión más amplia que la del ex gobernador Tamaulipeco, pero aun con esto su esposa Karime viajo a Londres. Los suegros, libres. Sus cómplices, diputados con fuero. Sus propiedades, intactas, lo único que puede preocuparle a Duarte es que EE.UU también revele que tiene cuentas pendientes con la justicia americana de ahí los que ahora dicen no ser sus amigos ya no podrían protegerlo de los jueces americanos.
En estos tiempos veremos el desenlace que parece una crónica de una muerte anunciada de un PRI que decía tener una nueva generación, pero nunca dijo que era una nueva generación de ladrones.