Por Raúl Hernández Moreno
Hay más 2,500 casos de Covid-19 en los dos Laredos –1,773 en Laredo y 752 en Nuevo Laredo- y pese a ello los puentes internacionales hoy estuvieron saturados, en ambos sentidos, pero en especial con destino a México.
La pandemia les vale a muchos. Siguen pensando que la enfermedad les puede dar a otros, pero no a ellos. Si el destino los alcanza, ya habrá tiempo para llorar lágrimas de sangre.
En medio de la saturación, la Coepris instaló filtros sanitarios y regreso al vecino país a decenas de vehículos porque los conductores no traían cubrebocas, viajaban más de cuatro pasajeros, había niños, traían placas con número no autorizado para circular o no era un viaje esencial.
Se regresó a gente que dijo venir a visitar a un familiar, que venía a surtir la despensa o incluso a quienes anunciaron que su destino era el interior del país.
Estuvo duro el filtro.
Y mañana, hay nuevas medidas preventivas, como el cierre de supermercados y tiendas de conveniencia, restricciones en el transporte y un toque de queda de 22.00 a 5.00 horas. La idea es que la gente se quede en su casa.
Mientras tanto, desde su confinamiento, el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca está al tanto de la gobernabilidad y ha ofrecido entrevistas sobre las acciones para enfrentar el Covid.
Desde Nuevo Laredo el alcalde Enrique Rivas y el diputado Félix Fernando García, le enviaron un abrazo y le desearon pronta recuperación.
En otro tema, se acaba de dar a conocer una grabación en la que la madre del Mochoco ofrece dinero a personal del juzgado donde se instruyó el expediente en contra de su hijo –no se dice cuánto— a cambio de su libertad.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó dar a conocer la grabación, presuntamente autorizada por un juez, y adelantó que aunque eso puede entorpecer el proceso, vale la pena para que todos sepan cómo se negocia la justicia. El poder judicial ya investiga a la jueza y al personal de juzgado para deslindar responsabilidades.
Pues bien, hace menos de un mes, el Presidente confesó que él ordenó liberar a Ovidio Guzmán. Y nadie, ni el Poder Judicial, ni el Legislativo, lo llamó a cuentas. En otro país, ya estaría siendo juzgado. Y en un país donde predomina el sospechosísimo, nadie se cree que haya liberado a Guzmán a cambio de nada. Pero como el que ordenó la liberación es el Presidente, y no un juez, quieren que creamos que actuó por el bien de la patria. En cambio la jueza liberó al Mochomo por transa.
Por eso hace en 1938, André Bretón dijo que México es el país más surrealista.
Imposible entender a un Presidente que se queja de que es el más criticado en la historia del país y en cambio él lleva décadas insultando a los ex presidentes, a Vicente Fox lo llamó chachalaca, a Calderón el “comandante Borolas”, a Salinas la “mafia del poder”, a Peña le dedicó infinidad de adjetivos. Inventó lo de fifís, conservadurismo, moralmente derrotados y mil sandeces más.