
- Oscar Luebbert Gutiérrez y Felipe Garza Narváez, les tocó escenarios diferentes igual que en la actualidad, sus frentes.
- Encarnizada lucha libran hacia el interior del PAN entre las huestes de Ricardo Anaya y Margarita Zavala.
Por Agustín García
Los dos tuvieron trayectorias paralelas, se convirtieron en personajes importantes de la política estatal, pero la suerte le sonrío a uno más que al otro, a Oscar Luebbert Gutiérrez, fue presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, al igual que al doctor Felipe Garza Narváez, pero a éste último, a lo que más le permitieron fue ser dos veces diputado local por mayoría relativa.
La estrella de Luebbert brilló tan intensamente, que le permitió participar como candidato y ganar dos veces la presidencia municipal de Reynosa en los trienios 1995-1998 y 2008-2010, ex diputado federal y lo mismo para senador.
Ahora, este importante político reynosense, ya levantó la mano para ser considerado para de nueva cuenta dirigir el CDE, o lo que queda e intempestivamente irrumpe como una nueva opción, junto con nombres de los diputados federales, Alejandro Guevara Cobos y Edgardo Melhem Salinas; además de Juan Alonso Camarillo y Luis Enrique Arreola Vidal, entre otros muchos que al abrirse la convocatoria han dado rienda suelta a sus aspiraciones.
Pero volviendo al tema de los expresidentes estatales del PRI, es indudable que a Luebbert, la estrella que lo ha iluminado, le abrió muchas puertas del poder político y económico, en cambio, al doctor Felipe Garza Narváez, salvo algunas oportunidades, como cuando fue dos veces legislador, las abrió a golpes de mazo, de lealtad y persistencia.
En muchas ocasiones, las candidaturas naturales a la diputación federal, a la senaduría, a la presidencia municipal de Ciudad Victoria, simple y sencillamente, con todos los méritos encina, le fueron olímpicamente escamoteadas, para entregárselas a los primos, hermanos, compadres o cargamaletas de quienes ejercían el poder de decisión en esos momentos.
Y vaya que en las encomiendas que recibió Garza, siempre entregó excelentes resultados, como delegado del CDE y del Comité Ejecutivo Nacional, en diversos estados de la República.
Por ello, al renunciar al PRI, Garza Narváez fijó muy bien su postura con respecto a los detractores que lo tacharon de traidor, al revirar que quienes han manejado al partido en donde militó y tuvo puestos preponderantes, han incurrido en traición, no solo contra los priistas, sino con la sociedad tamaulipeca.
Por eso, en este momento en que el doctor Felipe Garza Narváez, oficialmente ha ingresado al Partido Movimiento de Regeneración Nacional MORENA, desde esta modesta tribuna le auguramos un mejor futuro. Igual que Garza Narváez, también abandonaron el PRI para pasarse al bando morenista, el doctor Américo Villarreal Anaya, Erasmo González, Javier Villarreal Terán, Fernando Manzur Nader, Jesús Suárez Mata, entre muchos otros.
Mientras tanto, Luebbert está desplegando una intensa actividad para posicionarse como uno de los hombres fuertes que podrían rescatar, lo que queda del Partido Revolucionario Institucional, para ello, deberá de librar cruentas batallas y negociaciones con sus propios correligionarios, algunos dispuestos a resucitar a su partido, inyectando vitaminas, para hacerlo más competitivo y en otras, para enlistarse en las primeras posiciones para el reparto de las diputaciones federales o senadurías para el año 2018.
Encarnizada lucha libran hacia el interior del PAN entre las huestes de Ricardo Anaya y Margarita Zavala
Si en el PRI tamaulipeco, solo se oyen las patadas, no curten malas baquetas en el Partido Acción Nacional, ya que se están polarizando las fuerzas que encabeza por un lado, Ricardo Anaya, el presidente del CEN y la exprimera dama, Margarita Zavala de Calderón.
Porque mientras Margarita Zavala le pisa el acelerador para tener la oportunidad de ser la abanderada del PAN para la presidencia de la República, mediante amarres, giras por los rincones más apartados de México, existe un bloque anayista que tratan de bajar la presión que trae.
Por lo pronto, los zavalistas, están abriendo fuego amigo en contra de su propio presidente nacional, al ubicarlo prospecto a chivo expiatorio, por los malos resultados obtenidos en las elecciones pasadas del día 4 de junio.
En definitiva, la división que impera en el PAN podría ser su peor enemigo, frente a un proceso tan importante y que se prevé altamente competitivo, porque por estarse cuidando de los golpes que se tiran en el mismo seno de su partido, los está distrayendo para elaborar y construir un sólido frente.
Ya que estamos hablando de las facciones, pues se comenta ampliamente, que el expresidente municipal de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas ha decidido apostarle el todo por el todo, a Margarita Zavala, porque esa es la última tabla de salvación que tiene para no perderse en el ostracismo político en que él mismo cayó al llevarle las contras y hacerle fuego amigo, a quien hoy gobierna Tamaulipas.
La explicación es muy sencilla, si partiéramos de la hipótesis de que Margarita Zavala fuera la candidata del PAN a la presidencia de la República, podría pedirle al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, el perdón para su amigo Canturosas y regresarlo al escenario político.
Pero en política, hay ofensas, algunas se perdonan, pero otras no, lo que es cierto es que nunca se olvidan y el exalcalde cometió una de las más graves, al querer darle patadas al pesebre.