Agustín García
- Ramiro Ramos Salinas se hace el aparecido por Nuevo Laredo, en un intento por ganar imagen y ser tomado en cuenta como candidato.
- Se registran 9 en lugar de 7, van por la dirigencia estatal del PRI.
En una abierta analogía con la naturaleza, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que en el proceso electoral del año 2018, en donde se empatan el proceso federal que elegirá al nuevo Presidente de la República, los 128 lugares en el Senado de la República y las 500 curules en la Cámara de diputados, solo hay tres partidos que están trabajando, los cuales semejan auténticos tiburones, mientras los 6 restantes están esperando el momento, para convertirse en rémoras de éstos.
Es indudable que los tres partidos políticos que en estos momentos están trabajando para que los potenciales electores, al momento de emitir su sufragio, los tomen en cuenta el primer domingo del año 18 son: el Partido Acción Nacional, que con la fuerza de tener al gobernador y al presidente municipal, cuando menos en Nuevo Laredo, andan haciendo recorridos cada semana por las colonias de más alto rédito político electoral.
La directiva municipal, encabezada por Imelda Sanmiguel Sánchez, no pierde la oportunidad de posicionar su partido, en momentos en que el viento está soplando a su favor, con Francisco Javier García Cabeza de Vaca como Gobernador de Tamaulipas y el alcalde, Enrique Rivas Cuéllar, los dos panistas y que vienen de una elección exitosa en el 2016.
Del mismo modo el Partido Revolucionario Institucional, que con todos los inconvenientes de no tener dinero y una verdadera desbandada, debido al olvido que durante más de un año, los convirtió en huérfanos políticos, tratan de reagruparse y hacen ruido en las colonias, para tratar de recuperar glorias pasadas.
El PRI, través de regidores, como Jesús Váldez Zermeño, que muchos acusan de estar llevando agua a su molino, realiza brigadas médico asistenciales, además de la talacha interna que realiza Viviano para fortalecer su estructura y prepararse para lo que viene, en todos los frentes.
El tercer partido que está trabajando, es sin lugar a dudas, el Partido Movimiento de Regeneración Nacional MORENA, mediante reuniones en diversas colonias de la periferia con la intención de posicionar la marca, consciente de que para este nuevo partido, los mejor está por venir.
Porque por un lado, hay una evidente llegada de nuevos integrantes, procedentes de otros partidos y corrientes ideológicas, que le están apostando a este partido y donde destacan los militantes del PRD.
A propósito, esto hace pensar que el Partido de la Revolución Democrática, al pasar la mayoría de sus militantes a engrosar las filas de MORENA, podría en pocos años, desaparecer debido a los errores cometidos por los dirigentes y algunos personajes, auténticos mercenarios de la política, como Jorge Váldez Vargas, que se han vendido la imagen y la ideología de izquierda al mejor postor, dejando colgados de la brocha a militantes y simpatizantes.
Es más, se apuesta doble contra sencillo, que en el año 2018, el PRD en un intento de supervivencia, tendrá que buscar una alianza con el PAN o con el PRI, si quiere conservar su registro, porque MORENA, ya dijo que irá solo a la contienda político electoral.
Los demás partidos políticos, como el Partido del Trabajo, el Verde Ecologista de México, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza y Encuentro Social, como ya es su costumbre, buscarán ser las rémoras de los tres tiburones, aunque podrían ser de solamente dos, si se cumple la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de no aceptar alianzas con nadie.
Es evidente que en el pasado, la sensación de ir en montón, generaba en el electorado una sensación de poderío político electoral, pero los últimos resultados de las elecciones, están demostrando que los partiditos, no aportan gran ayuda a los partidos grandes y solo sirven para no caer en el abismo de la desaparición.
Ramiro Ramos Salinas se hace el aparecido por Nuevo Laredo, en un intento por ganar imagen y ser tomado en cuenta como candidato.
Después de casi un año de no pararse por su tierra, el expresidente del CDE del PRI y expresidente de la Junta de Coordinación Política del Estado, Ramiro Ramos Salinas, estuvo en Nuevo Laredo, en donde convocó a una conferencia de prensa, para dizque informar sobre los acuerdos de las reformas a los estatutos de su partido.
Pero el verdadero trasfondo de esta presentación, es que Ramos quiere ser candidato a una de las posiciones del Senado de la República, más no aclara sí como abanderado por voto directo, por mayoría relativa o plurinominal, porque de ser nominado para ganarse el triunfo en las, urnas, sería la primera vez que participe como candidato en una campaña política, con todo el esfuerzo y el desgaste que esto implica.
Por lo pronto, de una manera muy sutil, se auto descartó para buscar la candidatura a la presidencia municipal de Nuevo Laredo, que actualmente detenta Enrique Rivas Cuéllar, del Partido Acción Nacional.
Se registran 9 en lugar de 7, van por la dirigencia estatal del PRI.
Al no llegar a un acuerdo para presentar un candidato de unidad para presidir el Comité Directivo Estatal del PRI, se registraron 9 en lugar de los 7 aspirantes, convirtiéndose en sorpresa por su aparición, siendo éstos, Emiliano Cruz Mireles y Enrique Terán Narváez, quienes no habían sacado la cabeza para ser tomados en cuenta.
Por lo pronto, el Órgano Auxiliar de la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI recibió este lunes a los nueve hombres que buscan dirigir al Partido Revolucionario Institucional, recibió la documentación de los dos antes mencionados, además de Roberto González Barba, Sergio Guajardo Maldonado; Juan Alonso Camarillo, Luis Enrique Arreola Vidal, Oscar Luebbert Gutiérrez, Migue Manzur Nader y Alejandro Guevara Cobos.
El siguiente paso es que de los 9 que pasen el primer cedazo, al cumplir con los requisitos marcados en la convocatoria, a partir del 18 de agosto, iniciarán su proselitismo de manera interna para culminar esta acción el día 26 de agosto, fecha de la elección por medio del voto directo, en caso de que durante este proceso, no surja un candidato de unidad, luego de los descartes o declinaciones.