PERIÓDICO LA RED DE ALTAMIRA #Opinión
Mario Vargas Suárez
Según anuncio de la Secretaría de Educación Pública (SEP), es hasta el próximo 21 de agosto cuando inicie oficialmente el ciclo escolar 2017-2018, para concluir -según las tres opciones- en el mes de julio de 2018.
En su momento la dependencia federal, a cargo de Aurelio Nuño Mayer, presentó tres opciones de calendario escolar: uno de 200 días, uno de 195 y el otro de 185, que se aplicarían en preescolar, primaria, secundaria, y para la formación de maestros de educación básica. Es decir, para las escuelas normales, además de las escuelas particulares, oficialmente incorporadas al Sistema Educativo Nacional.
Los calendarios de 185 y 195 días se aplicarán en las escuelas públicas y privadas, incorporadas al Sistema Educativo Nacional, donde se imparta la Educación Básica, siempre y cuando cumplan con los requisitos que la SEP presumiblemente ya dio a conocer tanto en el seno de los Consejos Técnicos Escolares como en la página oficial de la dependencia federal.
Por el momento se entiende que en todas las escuelas el personal directivo y docente se encuentran no de vacaciones, pero sí en pleno receso escolar, queriendo decir que las escuelas están vacías tanto de alumnos como de maestros.
Sin embargo las malas noticias para algunos padres de familia se iniciaron -por lo menos mediáticamente- cuando ayer, apenas segundo día de agosto, aparece en las redes sociales y en algunas publicaciones periodísticas, que ciertas escuelas primarias de la capital del Tamaulipas cambiarán de uniforme.
Las notas sobre el tema aseguran que por lo menos una escuela primaria, con un alto prestigio en atención a sus alumnos y padres de familia, cambiará el diseño de su uniforme, señalando a la “Empresa Conos” como nuevo proveedor de la ropa, prácticamente exclusiva.
La idea central me parece se encamina menos a alertar a los padres de familia de los escolares y más a desestabilizar el Sistema Educativo del Estado, puesto que por el momento -insisto- los maestros y directivos no se encuentran ni en escuelas, inspecciones o sectores escolares, por lo que nadie pudo haber abierto la boca.
Me parece se deben identificar a quienes buscan la desestabilización de los centros escolares y se formule la denuncia respectiva, aunque los papás de los estudiantes no lo van a hacer por asuntos de inseguridad. Luego entonces corresponderá a las autoridades escolares o judiciales del Estado hacer las indagatorias y los requerimientos necesarios.
En la ciudad capital, como se señaló, se hace pública denuncia a la “Empresa Conos”, quien “…no ha puesto a la venta los nuevos diseños de uniformes por temor al plagio…” dice una nota periodística, por lo que se especula lo sacarán a la venta hasta apenas dos días antes del inicio oficial del ciclo escolar 2017-2018”.
Hoy queda claro que las malas noticias ganaron espacio a la SEP que tradicionalmente busca la coordinación con la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) para incluso dar a conocer la Lista Oficial de Útiles Escolares por grado para el periodo escolar que se inicia.
Pero… parece ‘se durmieron en sus laureles’ La SEP y la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), año con año hacen la advertencia sobre la prohibición a maestros y directivos sobre la obligatoriedad en el pago de cuotas y compra de uniformes en escuelas públicas de preescolar, primaria y secundaria.
Por lo pronto se repetirá hasta el cansancio que “…el material escolar que soliciten los maestros a sus estudiantes solo se debe entender como una sugerencia básica y los profesores deben adaptarse al contexto social y económico en el que se desarrollen las actividades profesionales”.
Así lo han repetido desde hace décadas las autoridades escolares de la nación, sean del color partidista que me diga y Tamaulipas no será la excepción. Aunque con amor a la verdad, no deja de sorprender la denuncia sobre el cambio de uniforme escolar en una escuela que, tradicionalmente es importante en la sociedad victorense.