Por Raúl Hernández Moreno.
Imelda Mangín Torre alza la mano y pide ser tomada en cuenta por el PRI como aspirante a un cargo de elección en el proceso del año próximo.
Y puede ser para lo que el PRI decida, ya sea la presidencia municipal o la diputación federal, comenta.
Aclara que es institucional y disciplinada y aceptará la decisión que tome el PRI, pero si le gustaría que el dirigente interino del PRI, Eliseo Castillo Tejeda abra el abanico de oportunidades y no lo limite a dos prospectos.
Este auto destape, se da cuando surgen protestas porque Eliseo Castillo dio a conocer 14 carteras en el comité municipal y de las 14, solo hay una mujer, el resto son hombres. No se respetó la equidad de género, en algo tan elemental como la integración del nuevo comité.
Pero además de Imelda Mangín, esta Rosa María Alvarado a quien el propio Eliseo destapó hace algunas semanas y después la excluyó, como si en el PRI las cosas estuvieran tan bien y por eso se limita la participación de determinados elementos.
En un proceso se necesita de todos. Es la época de sumar, después de la elección se pueden tomar otras decisiones. El PRI está a tiempo de hacer correcciones y de abrir espacios de participación para todos.
En otro tema, a partir de este jueves arrancan las pre-campañas y aunque en ningún partido hay más de dos aspirantes registrados, por lagunas legales, los tres candidatos que participan se van a promover a través de casi 60 millones de spots en los medios electrónicos. Son millones de spots que cuestan muchísimo dinero que no saldrá del poder de la firma de cada uno de los candidatos, sino del poder de la firma de los contribuyentes mexicanos.
Para no violar la ley, los candidatos se limitarán a poner en la parte baja de su propaganda una leyenda que diga que esa publicidad está dirigida a los militantes de los partidos que los respaldan. Son letras en tamaño chiquito y cuando uno termine de leerlas, ya habrá repasado todo el contenido del comercial y hasta ese momento se dará cuenta que no debió haberlo visto, porque es exclusivo para los militantes.
Y así, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya seguirán apareciendo en millones de spots, como lo han hecho desde hace más de dos años y ahora se sumará José Antonio Meade.
En cambio, esta propaganda excluye a los independientes, que siguen en la tarea de conseguir las firmas necesarias para poder ser candidatos. Cosas de la democracia mexicana.
El problema es estos millones de spots es que influyen muy poco en los ciudadanos y no ayudan a mejorar el porcentaje de participación en las elecciones. México sigue teniendo porcentajes bajos de votación, similares a los que había antes de que se regularan y regalarán millones de spots a los partidos y sus candidatos.