
Raúl Hernández Moreno
En el arranque del ciclo escolar 2017-2018, el alcalde Enrique Rivas le seguirá apostando a la educación.
El programa de becas se fortalecerá con 75 millones, en lugar de los 68 del año escolar que concluyó en julio.
Además, en el programa Escuela Digna y Moderna se buscará ampliar el número de planteles, que en el ciclo escolar que concluyó, abarcó más de 100 escuelas visitadas, con una inversión cercana a los 35 millones de pesos.
Seguirá el apoyo al transporte escolar, mediante el cual se respalda a 4 mil 320 alumnos que asisten a 29 escuelas.
Se va a construir una preparatoria técnica en Reservas Territoriales con una inversión de más de 49 millones de pesos.
En la medida en que se tiene una mejor educación se tiene acceso a un mejor desarrollo económico, pero sobre todo intelectual. Todo lo que invierte en la educación, sean recursos públicos o privados, se refleja en resultados positivos.
En otro tema, Francisco Elizondo e Ismael García, presidente y secretario general del Comité Directivo Estatal del PAN, estarán este jueves en esta ciudad, para encabezar una cena con la militancia.
Los anfitriones serán Imelda Sanmiguel y Daniel Tijerina, presidenta y secretario general, es una reunión social, pero la cual los panistas esperaban desde hace algunos meses.
Por otra parte, aunque ciertamente el partido Morena se ha convertido en el icono a vencer en el 2018, creemos que no basta el simple logotipo para pretender dar por ganada la elección, como suponen algunos.
Lo acabamos de ver en las recientes elecciones, en la que salvo el Estado de México, donde Morena fue bien evaluado, en el resto, Veracruz, Coahuila y Nayarit, quedó como tercera fuerza, pero muy distante del PRI y el PAN.
En el Estado de México, López Obrador creyó que habría una votación copiosa del 80 o 90 por ciento y que Morena terminaría aplastando a los otros partidos. No fue así, en las elecciones sigue participando el mismo porcentaje de electores de hace varias décadas. Nadie ha sido capaz de mover a México y lograr participaciones del 85 al 90 por ciento en elecciones, lo que sería fabuloso.
En Nuevo Laredo, Morena tiene pocos militantes y los que hay están divididos. Por su propio lado anda Gastón Herrera, por el otro Rogelio González y Estuardo Álvarez, en un tercero Héctor Ponce y Oscar Alarcón y en el cuarto se concentran los que ven con simpatía a Morena, pero no comparten los gustos canibalescos y se mantienen alejados, en espera de que las batallas se libren contra los de enfrente, no con los de casa.
Es iluso pensar que en el 2018 los neolaredenses se van a volcar a favor de AMLO y Morena. No lo hicieron en el 2006 ni en el 2012 y menos lo harán hoy, cuando existen demasiadas coincidencias entre AMLO y Nicolás Maduro. No queremos dictaduras.
Pero menos se van a volcar con Morena si sus directivos y militantes insisten en pelear entre sí.