Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- El robo de energía eléctrica es un delito federal con penalidad de cárcel y sin embargo esto es tan recurrente, que según datos de la CFE en cada operativo para detectar el ilícito registra fugas hasta por 15 millones de pesos anuales.
Según inspectores de la CFE, son dos tipos de quienes se roban la luz: los que utilizan “diablitos” en los medidores de sus domicilios, o bien los “colgados”, que son quienes cablean la conexión desde algún punto de distribución.
Así tendajos, comercios informales y hasta franeleros son los que mayormente aparecen “colgados” del cableado de energía eléctrica, sin que la CFE logre erradicar este problema que le representa un sangrado económico.
De acuerdo a datos de antecedente proporcionados por la empresa paraestatal, se tiene una campaña permanente para la detección de robos de energía eléctrica en la ciudad, cuya labor la realizan inspectores que envían de Monterrey.
“Nuestra campaña ya es permanente para la eliminación de los diablitos, luego que existen casos donde se han recuperado hasta 15 millones de pesos al año. Sin embargo, la invitación a nuestros clientes es que no se dejen sorprender, luego que cada vez contamos con mejor tecnología para la detección y mejora de la verticidad en la detección de anomalías”, comentó un inspector.
Hizo saber que quienes son detectado con esta irregularidad se les aplica el corte inmediato, el retiro del “diablito” y se reporta al área técnica a fin de evaluar tiempos de estar llevando a cabo el ilícito y multa a pagar, además del adeudo acumulado.
Cabe mencionar que el Código Penal Federal, en el artículo 368, de la fracción II, establece que cuando un usuario se apodera del “fluido eléctrico”, es decir, cuando no tiene un contrato de suministro, ni un medidor de luz, recibe sanciones de tres a 10 años de prisión y hasta mil días de salario-multa, es decir, arriba de 66 mil 450 pesos.